Cuentos

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Que tu pluma sea la que dibuje tu horizonte

domingo, 22 de julio de 2012

Caleidoscopio

Bien dicen que cosas raras e inexplicables pasan en nuestras vidas... En la flor de mi juventud me disponía a realizar todas aquellas aspiraciones que siempre había soñado desde pequeño, mi propio futuro me ilusionaba pero no podía imaginar que el desenlace de éste no me pertenecería. Una noche fría tuve varios sueños:

En el primero, me encontraba en un teatro vacío y oscuro; me pesaba el cuerpo y me encontraba sentado en un sillón sobre el escenario de frente a los asientos... aun no había asimiliado tal situación cuando escuché una voz cansada pero alegre que venía de otro sillón diciendo: "¿Disfrutas de la función?"... ahi terminó ese sueño, luego imaginé que aparecía de pie frente a una casita en medio de un bosque cubierto de neblina. Dándome la espalda estaba un hombre trajeado con una caja sobre la cabeza, ese sueño se desvaneció cuando al acercarme pregunté: "¿Porqué usas esa caja?... después de eso, me encontré en una enorme sala de hospital... al fondo había una ventana y una única cama sobre la cual aparecía un lastímero paciente, vendado de pies a cabeza escribiendo pesadamente en una libreta... al acercarme se desvaneció todo... en el último sueño... caminaba en una colina en cuya cima había un frondoso árbol, bañano bajo la luz de la luna... el sueño terminó cuando percibí en el aire un suave aroma perfumado.

Justo después de esa noche, padecí esa fatídica enfermedad.

Mis ánimos decayeron rápidamente... y mis fuerzas me abandonaban, mi alma sufría un vacío y un dolor que nadie podía imaginar; las fiebres me azotaban y mi estómago me castigaba devolviendo todo aquello que ingería; mi familia se preocupó pronto por mí, y me buscaron ayuda médica de inmediato, creo que solo una mirada bastó para indicar que algo muy malo me pasaba... y debido a eso fui internado en un hospital. Esa primera noche en ese cuarto fue muy fría... al caer débil dormido... mis sueños regresaron:

Estaba a unos pasos de la cama del hospital, escuchando como aquel pobre paciente gimoteaba y gemía del dolor, todo su cuerpo estaba vendado menos sus manos pero de sus muñecas salían muchos cables y catéteres... el monitor cardiaco sonaba con una constancia abrumadora... el paciente escribía algo en su libreta.

Luego aparecí en la colina, junto al árbol, sentado en un columpio... a lo lejos veía una ciudad muy brillante, en eso me percaté que unos metros adelante estaba sentada una figura femenina... de largos cabellos negros dándome la espalda... el sueño terminó cuando me puse de pie....

De repente aparecí en un restaurante, oscuro y que parecía cerrado desde hace mucho... en una de las mesas cercanas estaba el misterioso hombre de la caja... de repente dijo: "¿Que es peor? ¿No tener un sueño, no tener una aspiración, no tener un talento o no tener una identidad?... Nosotros los seres humanos somos capaces de grandes cosas, nuestro límite es más alla del cielo, nuestro horizonte va mas allá de nuestras propias limitaciones... ¿Tenemos derecho de vivir escondidos y refugiados bajo nuestra propia sombra?.... luego de eso desapareció.

Nuevamente aparecí en el sillón, la voz de antes correspondía a un viejo que sentado se regodeaba de la escena.... continuaba diciendo: "La vida, es como una gran obra de teatro... lo que la hace única y exitosa es el talento de aquellos que la intepretan, su capacidad para tocar almas y corazones, de que tan bien lleven a cabo sus papeles", yo repliqué: "Pero sin duda alguna depende mucho del ingenio del director... ¿Eres tu el director de la obra?... el viejo estalló en carcajadas y cuando paró dijo: "¿Que si soy el director? Es una buena pregunta... en se caso, tienes razón... yo soy el Director"... después de eso los sueños me abandonaron.

Los días en el hospital eran duros, muy difíciles... eran exámenes diarios y nadie sabía con certeza que era el mal que tanto me aquejaba y que me destruía poco a poco, lloraba en silencio en mi convalecencia... día con día perdía las habilidades motoras de mi organismo y con ella mis ganas de vivir... apenas entendía lo que pasaba a mi alrededor, era confuso y me odiaba por todo, estaba pagando con creces un pecado que jamá cometí y mi futuro me era arrebatado de mis manos justo cuando estaba listo para afrontarlo... tenía grandes planes para mí... a lo lejos escuchaba que yo padecía de un mal jamas visto... una enfermedad incurable... con ese sentimiento depresivo me sumergí nuevamente en un frío sueño... visitado por mis fantasmas...

Sentado aun en el sillón el viejo no terminaba de reir, algo que me empezó a fastidiar... yo dije: "No se que te está causando tanta gracia, pero yo no me siento de ánimos... apenas estoy viendo como mi propia obra se vuelve un fracaso por la culpa de un mal director", el viejo respondió: "Yo soy el director acá, eso quiere decir que estoy arruinando tu obra" - "Si es así, dímelo de una sola vez, quiero mi obra de regreso, que sea un éxito" - "No solo con buenas intenciones somos capaces de llevar nuestras obras a un final; y de hecho, casi nunca tenemos los finales felices que hemos dictado en nuestros guiones... al final de cuentas el director es quien decide cuando la obra está terminada" - "Te responderé tu primera pregunta, no estoy disfrutando esta función y tu tienes la culpa de ello" dije yo levantandome de mi asiento... el viejo solo se limitó a reir.

Aparecí sentado frente a la cama del hospital, sosteniendo la mano del paciente que temblaba y gemía... en un desesperado intento de decir algo, algo que su boca no podía. Bajo sus vendas empezaban a aparecer machas rojas... manchas de sangre, manchas que se apoderaban de su cuerpo, sometiendolo a un intenso dolor... el monitor cardíaco se volvía loco y bajaba rapidamente, yo no pudía hacer nada más que gritar: "Auxilio, por favor, necesito ayuda, esta persona está muriendo" Pero el amplio salón estaba vacío. El monitor llegó a cero... y el paciente... dejó de sufrir... unas flores que estaban en su mesa se marchitaron... y al poner más atención descubrí aquel misterioso cuaderno... lo tomé en mis manos para leerlo.

Estaba mirando la ciudad brillar y vivir bajo mis pies... me dije a mi mismo "Todos tenemos derecho a ser libres, a vivir y ser auténticos" apenas terminaba de decir eso cuando un brazo femenino se deslizó por mi abdomen por la parte de atrás, y esa fragancia dulce inundó el ambiente... en ese momento una suave y angelical voz respondió: "No olivdes que tenemos prohibido vivir solos y fríos; para eso estamos aquí para amar y ser amados... la libertad solo se vive junto a alguien más, y tanto tú como yo tenemos la obligación de luchar por nuestra felicidad y por no perder jamás al otro" Inmediatamente despúes de oir esto intenté darme la vuelta, para saber quien era aquel fantástico ser...

En un callejón oscuro... que parecía no terminar iba corriendo tratando de escapar de las garras de la noche, cuando de repente, un reflector se enciendió adelante y ahí de pie, estaba el hombre de la caja, al mirarlo resolvió decir mientras se acercaba: "Artes hay muchas, música, cine, literatura, poesía, escultura, pintura... todas expresiones íntegras del hombre, talentos que le son conferidos solo a él, yo soy perfecto por ser como soy, por ser auténtico.... no es orgullo ni egoísmo, es sentido común... no pierdo jamás el respeto por mi mismo porque sé que soy especial; mis aspiraciones, mis pensamientos y mis éxitos me definen; soy alguien por que me he esforzado por serlo, valgo la pena porque me esforcé para que así fuera. En pocas palabras, soy feliz." Ante esto solo pude responder airado: "Esta bien, entiendo, pero si eres tan perfecto porque te escondes detras de esa caja?.... el misterioso hombre se detuvo y dijo... "Hay una razón para eso..."

Despúes de esa noche, ya nunca sentí mas frío... mi cuerpo sangraba y mi vida escapaba casi sin remedio de mi carne... dejé de ser dueño de mi mismo, quedé reducido a un esbozo de ser humano... a algo que no era yo, me sentí triste por tener que pasar esas penurias... no se lo deseo a nadie... pero sufrí las consecuencias y ante las tenues luces del lugar... solo me quedaron fuerzas para soñar una vez más....

Nota del autor: Este relato tiene finales múltiples, todo dependerá del lector. Te hago la invitación entonces a que escogas el sueño del personaje que más te haya gustado, sin trampas ni saltarse finales. Cuando hayas leido el final de tu elección puedes leer los demás, esto es para agregarle un toque personal a este cuento:

Final Rojo: El paciente
Final Verde. El hombre de la caja
Final Azul: El director
Final Morado: La joven

Si no crees en finales fantásticos o felices puedes probar: Final Negro.

Final Rojo

La nota decía: "Es una pena que tenga que terminar así, eso es lo que pasa cuando dejas de pelear por tí mismo; si te abandonas a ti mismo dejas de ser una persona, dejas de ser alguien... tienes que creer en ti, ya que solo así seras capaz de superar la más adversa dificultad. Hoy no pudimos, mañana talvez sí". Despúes de leer esto, me encontré nuevamente en la cama del hospital... acostado, sangrando, cubierto en vendas... comprendiendo que había empezado a morir desde el momento en que dejé de pelear por mí mismo. luego de esto nunca más volví a soñar, acompañado... del fúnebre sonido del monitor.

Final Verde

El hombre de la caja hablaba y a medida que lo hacía se encendían diversos reflectores que dejaban mostrar muchas cosas... títulos, postgrados, libros, canciones, pinturas, sinfonías, esculturas. "Todo esto es de mi autoría" dijo, a lo que yo le respondí: "Pero... ¡esas eran las cosas que yo quería hacer!", el hombre lentamente retiró su caja diciendo: "Es quizá, porqué tu las hiciste". Caí sorprendido al ver que el hombre era una versión más adulta de mí. "Yo soy quien tú te propusiste ser, yo respresento todos tus ideales, en lo que te hubieras convertido si hubieras logrado todos tus sueños... pero desde que padeciste aquella enfermedad, todo eso se acabó, y me condenaste a perder aquello de lo que estaba más orgulloso, mi identidad... no renuncies a tus sueños, si lo haces... dejarás de ser tu mismo". Ante eso el hombre desapareció, dejandome  solo enfrente de aquella casita... a la que me dispuse a entrar... para concretar mi unico deseo verdadero: ser alguien. Desde ese momento los sueños cesaron.

Final Azul

Ambos de pie, viéndonos, le dije al viejo: "Director, dame un buen final". El viejo aun no cesaba de reír, todo aquello se le antojaba cómico. Dijo: "¿Qué? ¿Aun no te has dado cuenta? El director eres tú. La función ya se terminó, ¿ves? no queda nadie en el teatro". No creía lo que estaba pasando, le dije: "Deja de jugar conmigo, yo no escogí venir acá". El viejo respondió: "¿Aun no me crees? Mira tú mismo..." dijo señalando el telón de atrás... un gran espejo estaba ahi y al reflejarme... estaba yo, el viejo... con las mismas facciones y pelo canoso. Entonces todo se aclaró y aparecí en una sala de estar, sostenía una foto y junto a mi estaba mi esposa... "¿Recuerdas ese momento? Justo después de esa terrible enfermedad, te repusiste y poco después escribiste esa obra teatral que todos adoraron". En la foto estaba yo joven, en un escenario lleno de público a reventar, sentado en el sillón, sonriente. "Me alegro que la función haya tenido un final feliz". Mis arrugadas facciones solo se limitaron a reir a carcajadas, recordando aquel excelente momento.

Final Morado

Enfrente de mi, tenía la mujer más bella que jamás había visto, y me sentía enamorado tan solo por verla. Ella me sonrió y me abrazó. Luego miramos la cuidad nuevamente, estaba amaneciendo ya... espero que te guste nuestro nuevo hogar... es bueno tenerte de regreso. De repente, recordé mi tiempo de convalencencia en mi hospital, ella era mi prometida... y todos los días estuvo a mi lado, llorando y rezando por que yo me recuperara. Nunca me abandonó y me dio las fuerzas para seguir luchando contra la enfermedad. Cuando todo parecía perdido, reaccioné al tratamiento, y poco a poco recuperé las energía y la alegría que había perdido. Le debo a ella mi vida, y jamás podría olvidarla... al recordar todo eso, unas lagrimas escaparon de mí, y solo la abracé con fuerza y la besé, diciendole después: "Tienes razon, tenemos derecho a ser libres pero junto a los demas, y a luchar por no perder a los seres amados. Gracias por todo."

Final Negro

Monteblanco Vesperitno. Miercoles 23 Mayo 2011. "Gabriel Novel y otra persona fallecieron en un aparatoso accidente de tránsito, poco se conocia sobre ese joven, pero sus parientes afirmaban que era un gran muchacho aunque padecía de alucinaciones... el entierro será esta misma tarde en el cementerio nacional de Monteblanco"

Gabriel Novel "Soñador, Escritor"














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